El soporte, es el orden en el proyecto.
La superficie común que evoluciona con la topografía es la que sostendrá los usos.
Se trata de generar unas estructuras temporales de pórticos que vayan evolucionando
en los edificios clave que alberguen los usos.
Para ello se profundiza en el soporte.
Se busca una retícula que haga comprender el desarrollo.
Se parte de la malla simple, en las direcciones principales:
Se superponen las líneas de fuerza.
Es decir las líneas de tensión que se generan en los espacios.
Prolongaciones de fachadas, medianeras, alineaciones...
Es entonces cuando se superponen dos grados de puntos de interés.
Un primario y otro secundario con sus respectivos recorridos:
Respetando los árboles autóctonos como elemento de suma importancia,
y con la malla resultante se establece el desarrollo de los posibles pórticos:
Como paso previo a los usos, se relacionan los espacios mediante una serie de cubiertas
para generar los edificios necesarios en las plazas. Pone en relación todo lo anterior.
El resultado de todo el proceso podría ser algo así:
Habría que estudias más en profundidad la escala, porque probablemente
habría que incluir otra altura más.
También se pretende una mayor relación entre la parte temporal y la permanente.
Se debería conseguir una unidad total.
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